Resumen
Tras considerar la especificidad de la filosofía y de la filosofía social con respecto al mundo histórico-social, que ya no se puede definir bajo el término “política”, el artículo propone un concepto de sociedad no como conjunto de individuos desde un punto de vista territorial o cultural, sino como red de juegos, instituciones o ámbitos diferenciados. De ahí procede un concepto de poder constitutivamente al plural, considerado antes que todo como organizante y colectivo. El eje principal que solo extrínsecamente se puede solucionar en términos de justicia atañe al problema de cómo evitar que un ámbito subyugue a los demás, llegando a reprimir las contribuciones, las potencialidades y capacidades inclusivas de cada uno de ellos.