Resumen
Las descripciones de nuestra época como un tiempo de desespacialización, desterritorialización y desmaterialización tecnológica merecen ser discutidos con el fin de evidenciar la compleja genealogía de los cambios a los que se refieren. La filosofía contemporánea –especialmente a través de Bergson, Heidegger, Arendt, Schmitt, Foucault, Deleuze y Guattari– nos ayuda a hacerlo en por lo menos dos maneras: en primer lugar, exponiendo que el espacio y el mundo material representan una especie de obstáculo para las visiones que prevalecen en la modernidad, que le dan al ser humano una relación privilegiada con el tiempo y un derecho a separarse del mundo para dominarlo; en segundo lugar, mostrando las formas en que la espacialidad se presenta como una apuesta política irreducible tanto a las territorializaciones rígidas como a las desespacializaciones puras y sencillas. Desde este punto de vista, incluso las tecnologías telemáticas actuales son prueba de esta irreductibilidad re-espacializando al mundo con sus sistemas de rastreo, vigilancia, monitoreo, etc.