Resumo
A partir del análisis del Parlamento elegido en las elecciones de 2013, el que más presencia femenina tiene en la historia republicana, este ensayo examina la transición de un régimen de exclusión a un régimen de inclusión de las mujeres en las instituciones representativas, lo que evidencia la paradoja de una aumentada presencia femenina que borra la “diferencia política” creada por el feminismo. El nuevo protagonismo femenino en la escena política y mediática mainstream se aleja de la genealogía feminista y, al mismo tiempo, se acoge a la ética de la autoempresarialidad, a retóricas victimistas y moralistas y a la imagen tradicional de la femineidad como subrogado identitario.