Resumen
El tema de la confesión, presente en la reflexión de Michel Foucault desde principios del decenio de 1960, persiguió la misma dirección de sus investigaciones a partir de finales de 1970 en relación con el problema del gobierno y de los estudios de la gubernamentalidad. Bajo esta perspectiva, la confesión se toma como reconocimiento a través de la cual el sujeto autentica en sí mismo sus propias acciones y pensamientos. Por lo tanto, no es solo un acto verbal por medio del cual el sujeto establece la verdad de su ser; la confesión también une el sujeto a la verdad, colocándolo en una relación de dependencia con el otro y, al mismo tiempo, cambiando la relación que él establece consigo mismo. Según Foucault, esto es lo que explica el crecimiento masivo de las prácticas de la confesión en las sociedades occidentales hasta su inscripción efectiva en el corazón de los procedimientos de individualización del poder político moderno. Este artículo explora el análisis de Foucault de las prácticas confesionales y sus recientes avances en el trabajo de Giorgio Agamben (Opus Dei. Archeologia dell’Ufficio, 2012) y Roberto Esposito (Due. La macchina della teologia politica e il posto del pensiero, 2013).