Resumo
En este artículo intento demostrar que el cambio político y religioso que se ha dado en Egipto y en algunos países del Magreb (Marruecos, Túnez) puede interpretarse bajo una perspectiva de modernidad múltiple. El tema central de este artículo es que la modernización política en estos países no sigue el paradigma de la secularización de Occidente basándose en la separación entre religión y Estado. En estos países del Norte de África, los procesos de subjetivización política muestran un enlace muy fuerte con la transformación de la identidad religiosa y el desarrollo de anfiteatros de discusión religiosa, tanto desde un punto de vista pluralista como fundamentalista. Voy a poner en evidencia que la nueva condición juvenil es un factor importante en este cambio. Los jóvenes juegan el papel principal y son los protagonistas de la reislamización de la sociedad, empezada en 1980. La relación muy fuerte entre política y religión aparecida gracias a la primavera árabe no es el resultado de una resistencia tradicionalista y antimoderna, sino que se debe a una multiplicidad de causas que dependen del desarrollo de formas de vida modernas.